27 febrero, 2009

Los poetas Malditos

Tamaño de fuente
El Maldito
Por Stanislas Valois Aragon
La primavera del año 1885, durante un violento altercado, Elisa Julie Josèphe Stéphanie Dehée fue víctima de un intento de estrangulamiento a manos de su hijo Paul Marie, quien debió ser recluido tres meses en la prisión de Vouziers, acusado de haberle ocasionado heridas de cierta consideración. Madame Dehée, que había dado a luz al Maldito en Metz, 10, rue Haute-Pierre, el 30 de marzo de 1844, tenía entonces 76 años, y su criatura ya se había constituido en el mayor escándalo de la poesía francesa desde los tiempos de François Villon. No es ésta ciertamente su primera visita a la cárcel: en enero de 1872, luego de un fuerte altercado, Paul Verlaine abandona a su esposa Mathilde Mauté de Fleurville para convivir con el “époux infernal”, Jean Arthur Rimbaud. El adolescente infernal del momento (la tradición registra ya a Lautréamont) regresa a su Charleville; Mathilde perdona a su Paul, pero cuatro meses después tenemos a Rimbaud de vuelta en París, y el Maldito parte con él a Arrás, de donde es expulsado por la policía; luego las Ardenas y Bélgica: estancia en Bruselas y Charleroi, embarcan rumbo a Londres; entonces Rimbaud regresa a París, incluso a Charleville, para reencontrarse luego en Londres. Verlaine abandona a Rimbaud allí sin recursos y llama a Bruselas a su esposa y a su madre…luego a Rimbaud: discuten, el adolescente infernal le advierte que le abandonará, y aquél le dispara en dos ocasiones, logrando herirle levemente; Rimbaud declara en su contra y Verlaine es recluido en la penitenciaría de Petits-Carmes, condenado a dos años de prisión, de aquí es trasladado a Mons, de donde no saldrá hasta el 16 de enero de 1875.
En 1862 ingresa a la École de Droit. Hace sus primeras letras (Hugo, Gautier, Saint-Beuve, Mestre, Bertrand) y son también los días de su primer poema conservado, Chanson d’Atomne. Cede poemas a L. X. Ricard, hijo de una marquesa que regenta un salón literario en el boulevard des Batignolles, donde se ve con Villiers de L’Isle-Adam (uno de los futuros poetas malditos), Banville, Catulle Mendès y otros. Ricard publica algunos de sus poemas y un estudio sobre Baudelaire que el mismo Baudelaire repudia. Informa el Parnasse contemporain, recueils de vers nouveaux, institido por Mendès, al lado de Mallarmé, Villiers de L’Isle-Adam y otros. Hugo se cuenta entre los primerísimos que acogen favorablemente al Maldito. Elisa Dehée, prima suya, financia la publicación de Poèmes saturniens en Alphonse Lemerre, editor de los Parnasianos, con que se granjea el elogio (cartas) de Anatole France y Saint-Beuve. Aparece en Bruselas, bajo el sello del mismo editor de Les fleurs du Mal en un tiraje de cincuenta ejemplares Les Amis, scènes d’Amour saphique. El 11 de agosto de 1870, un día después de la declaración de guerra, Verlaine casa con la desdichada Mathilde; es movilizado en la guardia nacional; instalado en casa de sus suegros, Verlaine recibe del époux infernal su primer mensaje, y algunos poemas; el 10 de septiembre de 1871, aparecerá como un cometa trágico de oscuros presagios en el horizonte del matrimonio Jean Arthur Rimbaud.
En la cárcel (1874), con ocasión de la sentencia de divorcio, el capellán de la prisión le hace leer el catecismo, consigue que comulgue, que abjure de sus errores. Alternativamente poemas místicos y profanos que figurarán en Sagesse, Jadis et naguère y Parallelement. Cumplida la condena, retiro en la Trappe de Chimay. El comité del Parnasse contemporain presidido por Anatole France desdeña fragmentos de Sagesse:”mauvais vers” debidos a un “autor indigne” (Vid. In Dictionnaire biographique des Auteurs, IV, Qa-Zv; pp.597-601, Laffont-Bompiani,1952, artículo Verlaine, por Yves-Gérard Le Dantec). Se junta nuevamente con Rimbaud, “para convertirle” en Stuttgart; trabaja un año escolar completo (1875-76) en Stickney, Lincolnshire. Habiendo partido para Italia, trabajado luego como estibador en Marseille, Rimbaud recibe la última comunicación de Verlaine denegándole solicitud de dinero.
Mientras se desempeña como profesor ( St. Aloysius College de Bournemouth, con los jesuitas de Rethel hasta 1879), se enamora perdidamente de uno de sus alumnos, Lucien Létinois. Lo lleva consigo a Lymington, donde ha encontrado otra plaza de profesor, luego en Coulomnes, de donde es originario el nuevo amante, consigue de su madre finaciación para la compra de una granja que explotará. Desastroso negocio. De regreso con su madre de Coulomnes, Verlaine consigue de nuevo colocación (siempre como profesor) en la Institution Esnault de Boulogne-sur-Seine. Lucien se coloca como obrero en cierta industria. Vanier publica en la reciente Paris moderne su Art poetique, que escribiera recluso en Mons. Atacado de fiebre tifoidea, Lucien muere en brazos de su amante: serie de sentidas elegías, recogidas en Amour.
Tres estudios en prosa, dedicados a sendos poetas (Tristan Corbière, Mallarmé et Rimbaud) son publicados por Vanier: se trata de Les Poètes Maudits, hito que caracterizaría la tendencia más avanzada de la poesía francesa probablemente de todos los tiempos. En la subsecuente reedición, figuran Marceline Desbordes-Valmore, Villiers de L’Isle –Adam y él mismo, figurando bajo el anagrama Pauvre Lelian. Pero no son menos los trastornos. Mahtilde, divorciada (ahora Madame Delporte), consigue que se le obligue a consignar una pensión alimentaria. Vive en un triste zaquizamí de la Cour Saint-François, en la rue Moreu. Pasa temporadas en los hospitales tratándose la artritis y los síntomas de una enfermedad venérea. No para de beber nunca. Muere su madre, que en algo le ayudaba. Vive del socorro de algunos amigos. De él, no obstante su deterioro integral, viven Eugénie Krantz y Philomène Bodin, a quienes escribe composiciones indecentes: De garni en garni, d’hôpital en hôpital, de café en café, il traîne la jambe et, en somme, s’accomode assez bien, non sans humour gentil, de cette vie de bohème,en proie à des alternances de mysticisme et de lubricité égalment sincères (…) cette déconcertant dualité de nature. (op.cit.). Es hallado muerto en su miserable cuartucho el 8 de enero de 1896. Nos ha dejado une autobiographie , restée inachevée mais pleine de precieux souvenirs et de charmante bonhomie, paraît sous le titre de Confessions.(op.cit.)

Verlaine ha cosechado encontradas valoraciones de sus obras entre los hombres de su tiempo, tales:"L'effroyable Verlaine: un Socrate moderne et un Diogène sali; de chien et de l'hiène" (Jules Renard); "Un Baudelaire puritain, combinaison funebrèment drolatique, sans le talent net de M. Baudelaire, avec des reflets de M. Hugo et de Alfred de Musset ici et là" (Barbey d'Aurevilly); "...Il fut le publicain dans le coin le plus sale de l'Église et le pécheur en larmes qui avoue. Dans ses meilleurs poèmes qui, il faut le reconnaître, ne sont pas nombreux, on a l'impression rare, non pas d'un auteur qui parle, mais d'une âme que l'auteur ne réussit pas à empêcher de parler" (Paul Claudel); "Ce naïf est un primitif organisé, un primitif comme il n'y avait jamais eu de primitif et qui procède d'un artiste fort habile et fort conscient" (Paul Valéry; op.cit).

De alguna manera, Verlaine es algo así como un corruptor de mayores. Es el efecto que me temo ha causado en Rimbaud. Antes de su contacto con Verlaine, Rimabaud parecía destinado a convertirse en un monstruo de la literatura universal, un Hugo, un Balzac (incluso respecto a la amplitud de la obra). Pero luego de este encuentro, el adolescente infernal ya parece irse quedando con poco que hacer. Se entregan mutuamente a la caótica pasión, y al cabo Rimbaud, quien había dicho "no tengo tiempo para ganar dinero"-"No está permitida la caza mientras estáis consagrados", advierte el Corán (Azora V, aleya 3), se libra a un proceso algo inescrupuloso de captación de ingresos. Verlaine, la mente más peligrosa de esta generación, desarregló el proyecto de vida del autor de Le bateau ivre. De hecho, la poesía en prosa ya había sido explotada a fondo por el endemoniado Lautréamont, en líneas de una sevicia casi sobrehumana. Verlaine es más sutil, pero no menos peligroso.

La poesía maldita se caracteriza por la expresión de ideas y sentimientos que controvierten la moral burguesa y libera instintos que atentan contra lo establecido. Es una revolución. Verlaine inventa a los poetas malditos casi como una concesión o a la menera de quien funda una escuela. Él mismo es el maldito por excelencia.
Veamos a vuelo de pájaro algunas de las emblemáticas figuras de tan sugestivo memento de la poesía universal:

Tristan Corbière
Édouard-Joackim Corbière nació y murió en Morlaix (18 de julio de 1845- 1º de marzo de 1875). A la edad de 14 años, aquejado de rhumatisme articulaire debió viajar a Nantes, en busca de asistencia adonde su abuelo médico, y por este mismo mal, deja a los diecisiete los estudios. De modo que es otro célebre autodidacta. Lleva una vida marginal, lee a Baudelaire, Hugo, Musset y se residencia en casa de unos parientes en Roscoff. Aquí, debido a su enteco aspecto, recibe de los lugareños el nada envidiable remoquete de Ankou (el espectro de la muerte). Excéntrico, suele disfrazarse de mujer, mendigo, galeote; se depila las cejas o tira de un cordel a un cerdo disfrazado de obispo. En algún momento da con “Marcelle”, modestísima actriz parisiense, su musa. Habiendo publicado a su costa Les Amours Jeunes, muere en la marginalidad en que ha vivido. Verlaine lo redime del olvido eterno al incluirlo, ocho años después de su muerte, en Les Poètes Maudits: “N’a connu qu’une vie de solitude, brève et misérable”, ha dicho alguien. Me complace presentar a ustedes un botón de muestra, Féminin singulier: que lo degusten.

Bizarro femenino
¡Perenne femenino del eterno Jocrisse!
¡haznos saltar, marionetas que costeamos el decorado!
encendemos candilejas…mientras tú, tras bastidores
entregas al asistente el neto obsequio de tu cuerpo.

¡Haz restallar en nuestras espaldas el látigo de tu capricho
pela tus rodillas…y nuestras cabezas de ciervos viejos;
¡ríe!, ¡enseña tus dientes!...que tenemos de la policía
y algo en nosotros de castrados y alguaciles.
¡Ah!, ¿no comprendes?...Yo tampoco. Adultéranos la bebida:
¡estamos borrachos! ¡somos mentecatos! ¡Sé despiadada
azota a tu pachá, tu sirviente!

¡Sepas después caer!... caer con gracia.
No dejes rastro sobre nuestra fina arena
es asunto de mujeres y gladiadores.
(Traducción Leo Castillo).


Marceline Desbordes-Valmore

De la tercera edición de Poésies de Madame Desbordes-Valmore, revisada, corregida y aumentada, impresa por Théophile Grandin , Libraire-Editeur (París,1822) les ofrezco

Idilios
Su sombra se acercó a mi alborotado seno;
era una sombra, sin embargo tuve miedo:
mas el sueño sometía mis párpados.
Suave, muy suavemente me llamó dos veces;
temblando, quise gritar;
sentí en mi boca una rosa ardiente
y el susto me dejaba sin voz.
Desde ese momento, ¡madre, no me reprenda!
Dafnis, paseándose cada tarde con su padre,
intrigado y pensativo, Dafnis me ronda por doquier;
¡madre mía! El ha sorprendido la ilusión en mis ojos.
(Traducción Leo Castillo)

Villiers de L’Isle-Adam
(1838-1889)
De este aristócrata (Jean Marie Mathias Philippe Auguste de Villiers de L'Isle -Adam) echado a la bartola, cuya biografía parece a nuestros contemporáneos más meritoria que su interesante e ignorada obra, y que ha dicho "Mes mots sont pesès dans le balances en toile dáraigné",

Despertar
Oh, tú, de quien quedo prohibido
¡yo sé la clave de tu abismo!
Da lo mismo el beso que te reanima:
un transeúnte, el dinero; todo ha sido hablado.
Amas como quien se venga
mientes con quejidos de placer
y te gustan, burlándote del Cielo
esos juegos pesados de ángel malvado.
Si en tus besos falsos y perversos
he apurado tus filtros, hierba venenosa,
encantadora entre las mujeres,
seas olvidada en tus glaciares.
(Traducción Leo Castillo)

Veamos ahora algunos de los incomparables poemas del inventor de los Malditos.

Resignación
Ya desde niño
yo iba soñando con Ko-Hinor
suntuosidad persa y papal
Heliogábalo y Sardanápalo.
Mi deseo creaba
bajo techos de oro
al son de melodías
harenes sin fin
paraísos físicos.
Hoy, más sereno
aunque no menos ardiente
he debido refrenar mi bella locura
sin resignarme del todo sin embargo.
Pero quita lo gentil
y resérvate tu exquisiteces
que yo odié siempre la mujer preciosa
la rima asonante y al amigo prudente.
(Traducción Leo Castillo)

De Poemas saturnianos
1
Los viejos sabios, tan valiosos como los nuestros
consideraron (y es asunto aún sin esclarecer)
leer en las estrellas la ventura y las desgracias
y que cada alma estaba asignada a un astro.
(Se ha abusado del ludibrio
sin considerar que a menudo la burla es ridícula
e ineficaz respecto de este obscuro misterio).
Pues que los nacidos bajo el influjo de Saturno
feral planeta caro a los nigromantes
se caracterizan,según los libros de sortilegios
por el mal agüero y la mala sangre.
La agitada y débil imaginación
invalida en ellos los empeños de la razón.
En sus venas la sangre delgada como un veneno,
de lava rara y ardiente circula
supurando contra un pobre ideal que se va a pique.
De este modo a los Saturnianos les toca padecer
y así morir-suponiendo que fuésemos mortales-
el destino planificado punto por punto
po causa de una influencia depravada.
(Traducción Leo Castillo).